Escolarización de niños con Sindrome de down


La escolarización de estos alumnos en centros ordinarios es la forma más indicada de integrarles dentro de la escolaridad, todos tenemos derechos a la educación, y no hay ningún estudio que demuestre que estos niños van a tener efectos académicos negativos, al igual que los compañeros que no sufren ninguna discapacidad. Es necesario integrar a estos alumnos en los centros escolares ordinarios, porque es ahí donde podemos ver el fiel reflejo de la pluralidad existente de nuestra sociedad, no se pueden quedar aislados en guetos especiales para ellos, nuestra sociedad debe avanzar y la integración y diversidad es la clave para ello, fomentarlo en nuestras escuelas, en los aulas desde pequeños, logrará salvar estas pequeñas diferencias.
 Hay que ser conscientes que para lograr esta integración, debemos contar con los equipos de orientación y apoyos educativos necesarios que posibiliten la integración de este alumnado. El éxito de la atención de estos alumnos será la actitud del profesorado, más allá de los conocimientos, junto a adaptaciones de tipo didáctico y organizativo correctas. La base para una mejor enseñanza de estos alumnos son las clases magistrales, variar las metodologías utilizando un enfoque personalizado, en el que se pueda valer de las experiencias que día a día van viendo en el aula. Lo que se busca es lograr que los niños puedan desarrollar todas sus capacidades, y se vayan preparando para poder desarrollarse autónomamente a lo largo de toda su vida.
El momento de comenzar la escolarización es algo complicado, aunque los niños han progresado no tienen la misma desenvoltura que sus compañeros de aula a la hora de comunicarse o desenvolverse autónomamente. El proceso de adaptación es más difícil, al igual que su ritmo de aprendizaje, por estos motivos es necesario brindarles todo el apoyo necesario, eligiendo cuáles son los objetivos que deben alcanzar. Los niños, todos los niños son diferentes, no debemos buscar que todos lleguen al mismo objetivo, sabemos que cada niño tiene un proceso madurativo diferente, y lo que debemos buscar es un avance individualizado.
Autores como María Victoria Troncoso destaca: “es preferible que los niños inicien las enseñanzas obligatorias con más edad, de modo que su madurez y preparación se acerque lo más posible a las de sus compañeros de clase. Iniciar con un desfase importante, desde los 6 años, puede acarrear grandes problemas después”.
Los niños entre los 6 y 9 años son capaces de entender sus dificultades y observan que son “distintos”, por este motivo se les debe hablar con toda naturalidad sobre el por qué de sus problemas para que lo entiendan y no tengan otra idea alejada ni avergonzada de su persona. La familia es clave para que el niño no se desanime cuando no consiga los objetivos, deben de ser pacientes y trabajar de manera coordinada con el centro para posibilitar los objetivos que ha de alcanzar y los conocimientos que ha de lograr.

Fuente:  http://www.downcantabria.com/articuloE8.htm

Aquí aparecen algunas actividades para realizar en el aula que me han parecido muy interesantes, al igual que recursos interactivos:
 Material didáctico
Cuaderno para el alumno, Down España